Hagamos un experimento de conciencia

Para hacer que todo esto sea más empírico, hagamos un experimento de conciencia. Date cuenta de que con una simple mirada a la habitación, o por la ventana, ves instantáneamente todos los detalles de lo que tienes delante de ti. Eres consciente sin esfuerzo de todos los objetos que están dentro de tu campo de visión, tanto cerca como lejos. Sin mover la cabeza o los ojos, puedes ver todos los intrincados detalles de lo que tienes delante de ti. Mira todos los colores, las variaciones de la luz, la textura de los muebles de madera, la arquitectura de los edificios y las variaciones de la corteza y de las hojas de los árboles. Date cuenta de que percibes todo esto de una vez, sin tener que pensar en ello. No hace falta pensar; simplemente lo ves. Ahora procura usar los pensamientos para aislar, etiquetar y describir todos los intrincados detalles de lo que ves. ¿Cuánto tardará la voz mental en describirte todos los detalles frente a esa instantánea de la conciencia que simplemente ve? Cuando sólo miras sin crear pensamientos, tu conciencia es consciente sin esfuerzo y comprende plenamente lo que ve.

Michael Singer